
Exequiel Troncoso: Funcionario del Departamento de Estudios Generales cumple 40 años de trayectoria en la Universidad del Bío-Bío
El martes 12 de marzo de 1985, don Exequiel Troncoso llegó por primera vez a la Universidad del Bío-Bío, gracias a un tío que trabajaba en un aserradero de esta institución.
De los aserraderos al Departamento de Estudios Generales
Durante cerca de once años Exequiel desempeñó labores en la UIM. Con la desaparición de la unidad, se incorporó como auxiliar al Departamento de Estudios Generales, función que ha ejercido por tres décadas. Sumadas ambas etapas, su hoja de vida ya sobrepasa los 40 años y un mes de servicio.
“Siempre he sido auxiliar en Estudios Generales. Creo que voy a terminar aquí, si Dios lo permite”, señala.
Mirando en retrospectiva, destaca el profundo cambio tecnológico que ha vivido la Universidad. Del manejo de proyectores de transparencias y torres de computadoras a equipamientos más livianos y procesos digitalizados. Ese avance, reconoce, alivianó las tareas, pero también redujo la dotación de auxiliares: “Antes de la pandemia éramos unos 70; hoy quedamos cerca de 20”.
Asimismo, la modernización le implicó asumir responsabilidades que antes correspondía al cargo de paradocente.
“Por la misma tecnología, el trabajo se hizo más expedito y tomé esas funciones”, explica.
40 años que dejan huella
Al preguntarle qué significan estos 40 años de trayectoria, la respuesta es más que clara: gratitud.
“He tenido buenos jefes y jefas, un ambiente grato. No me puedo quejar; sólo agradecer al Señor y al equipo de la Universidad”, afirma.
Su rutina comienza a las 5:30 a.m. en San Pedro de la Paz, para sortear los tacos matutinos y arribar puntual al campus. “Uno ya está cansado de levantarse tan temprano, pero todavía no me veo descansando”, reconoce, sin perder el humor: “A no ser que antes me cambien por uno más joven”, bromea.
Sin duda alguna, la trayectoria de Exequiel nos recuerda que la Universidad se construye día a día gracias a las pequeñas tareas que rara vez aparecen en los titulares: abrir las salas antes del inicio de la jornada, instalar equipos antes de cada clase y, sobre todo, saludar con una cálida sonrisa que hace sentir a la comunidad en casa.
Desde el Departamento de Estudios Generales celebramos y agradecemos sus cuatro décadas de dedicación, compromiso y buena disposición. Felices 40 años de servicio, don Exequiel, gracias por enseñarnos que la Universidad también se levanta con vocación, humildad y sobre todo, con una gran sonrisa.
“Estos 40 años han pasado volando. Llegué por la puerta del antiguo aserradero, atraído por la fe y por la pelota, y hoy sigo aquí, trabajando en Estudios Generales, agradecido de cada jornada. He visto cómo la tecnología cambió nuestro trabajo y también cómo fuimos quedando menos auxiliares. Pero nunca faltó un buen jefe ni un buen equipo que hiciera grato el esfuerzo de levantarse a las cinco y media para abrir las salas. Mientras Dios lo permita, seguiré cumpliendo mi función con la misma responsabilidad de siempre, porque la Universidad se convirtió en mi segunda casa y espero cerrar aquí mi vida laboral, con gratitud y una gran sonrisa.”
Exequiel Amador Troncoso Monsalve, Departamento de Estudios Generales
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